El Registro Civil llega al Consejo de Ministros

La reforma del Registro Civil está a punto de fraguarse en un Real Decreto-ley en el Consejo de Ministros, que otorga a los registradores mercantiles su gestión, tal y como anunció el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, y a pesar de la enconada negativa de la Junta de Gobierno del Colegio de Registradores de España.

El Ministerio tiene previsto ya el aplazamiento de la entrada en vigor de la Ley hasta julio de 2015, lo que supondrá que se evitará la regulación bajo la Ley elaborada en 2011, siendo titular de la cartera de Justicia Francisco Caamaño, y que daba la gestión del Registro Civil a los secretarios judiciales.

Los registradores mercantiles, que se convertirán en registradores civiles y mercantiles y se integrarán en una corporación de derecho público, asumirán los costes de funcionamiento del servicio y, por tanto, dejará de ser dependiente de los Presupuestos Generales del Estado, por contra de lo que ocurre en la actualidad. Tal y como se comprometió Ruiz-Gallardón, esta institución mantendrán la gratuidad para el ciudadano. Según han confirmado a ‘Iuris&Lex’ fuentes del Ministerio de Justicia, el dinero saldrá de las cuotas que paga cada registrador, sobre los ingresos del Registro, al Colegio de Registradores para que les dé servicios para poder desempeñar sus labores funcionariales.

Actualmente, los registradores mercantiles -que según los artículos 274 de la Ley Hipotecaria y 536 del Reglamento Hipotecario tienen carácter de funcionarios públicos, dependientes de Justicia a través de la Dirección General de los Registros y del Notariado- se encargan de la llevanza de registros de personas jurídicas y con la puesta en marcha de esta reforma asumirán también los de las personas físicas.

Los registradores civiles y mercantiles realizarán su gestión a través de una plataforma digital que semantendrá bajo titularidad pública, en la que se abrirá un folio o historial a cada persona, no a cada acto que realice -como el nacimiento, el matrimonio, un cambio de apellidos o la propia defunción-.

El sistema informático del Registro Civil se ha declarado como infraestructura crítica y se ha solicitado la custodia y la contratación de las empresas que lo ha de desarrollar y lo mantendrán, al Ministerio deDefensa, a través de la sociedad Ingeniería de Sistemas para la Defensa de España, que abrirá un proceso de licitación. Los servidores estarán en las instalaciones de la Dirección General de los Registros y del Notariado (DGRN), según han las citadas fuentes de Justicia.

Una reunión explicativa entre ministro y decano

El pasado martes, Ruiz-Gallardón recibió al decano de los registradores, Gonzalo Aguilera, para informarle sobre el proyecto que va al Consejo de Ministros. Días antes, Aguilera había mantenido un contacto con la prensa en el que había manifestado en nombre del Colegio “su absoluta disconformidad con la decisión adoptada”, al tiempo que recordaba que los registradores ya manifestaron su oposición a la asunción del Registro Civil en la Asamblea General celebrada en Zaragoza en abril de 2013, así como en las distintas reuniones mantenidas con el Ministerio.

Además, consideraba que el anuncio del ministro ponía de relieve “el desconocimiento de la estructura del cuerpo de registradores, formado por un cuerpo único de funcionarios, que sirven indistintamente tanto Registros de la Propiedad como a los Mercantiles”. Y justificaba que precisamente, a causa de este desconocimiento, la decisión puede originar problemas jurídicos, de organización y de funcionamiento, además de entrar en colisión con normas del Derecho Comunitario y su jurisprudencia.

En la reunión con el ministro, tras las explicaciones sobre el proyecto que realizó el director general de los Registros y del Notariado, Joaquín Rodríguez, y según relató el propio decano en una reunión posterior mantenida con los registradores mercantiles y, aun posteriormente en una circular, la delegación colegial -completada por la directora de Relaciones Institucionales, Beatriz Corredor, y el vicedecano, Antonio Giner-mostraron su preocupación por la asignación del Registro Civil a los denominados registradores civiles y mercantiles, pues esa denominación y la creación de una entidad de derecho público en la que se integrarían, constituyen sin duda alguna el embrión de un futuro colegio profesionales no es esa la pretensión ya, con la consiguiente división del Cuerpo de Registradores.

“Se nos manifestó que no era esa su intención, sino la necesidad de que conste en la Ley la existencia de una entidad organizada que se haga cargo de los costes y del sistema tecnológico”, manifestaba el decano en su circular, tras la reunión con el ministro de Justicia.

El decano explicó que el Colegio podría desarrollar el sistema tecnológico con sus propios recursos de acuerdo con las especificaciones que les diese el Ministerio, lo que supondría un ahorro de costes y se evitaría la interferencia de entidades extrañas al carácter de cuerpo único y Colegio único de registradores.

Sin embargo, no fue aceptada esta propuesta aunque se invitó al Colegio a participar en el concurso que se convocará por el Ministerio de Defensa.

La delegación colegial ofreció su deseo de participar en el proyecto con la finalidad de evitar la creación de la entidad de derecho público, ante el convencimiento de que esta figura supondría previsiblemente la división del Cuerpo. Por ello, le ofrecieron al ministro la posibilidad de presentar una propuesta alternativa a la prevista en el borrador del  proyecto de modificación del Registro Civil. Dicho ofrecimiento fue aceptado por el ministro siempre que se hiciese en un plazo máximo de 24 horas, puesto que en los planes de Justicia estaba el envío del texto del Real Decreto-ley al primer Consejo de Ministros, el del día 4 de julio de 2014. Esta propuesta, que trataba de evitar la división del cuerpo fue presentada en tipo por el Colegio, según anunciaba el propio decano en la circular remitida a los registradores.

Éste justificaba su actuación afirmando que “el Colegio ha hecho siempre todo lo que estaba a su alcance para defender los intereses profesionales de los registradores de acuerdo con la voluntad mayoritaria expresada a través de sus más altos cauces de representación corporativa, y siempre dentro de las distintas posturas que ha ido manteniendo el Ministerio”.

También, explicaba en sumisiva que “ahora que el ministro ha manifestado su decisión de asignar el Registro Civil a los registradores Mercantiles, la posición del Colegio no puede ser otra que la de colaborar con el Ministerio para que el proyecto se desarrolle por los cauces más adecuados y mejores para mantener la unidad del Cuerpo, el prestigio e imagen de los registradores y garantizar el eficaz funcionamiento de un servicio público para los españoles”.

La reacción de Arbo

Nada más conocerse cuál iba a ser la propuesta del Ministerio al Consejo de Ministros, la Asociación de Registradores Bienvenido Oliver (Arbo) publicaba en su web un extenso escrito en el que exigía “con toda energía a los órganos del Colegio el abandono de las insensatas actitudes obstruccionistas y de oposición a los proyectos gubernamentales, que han llevado a que se otorgue solo a los registradores mercantiles”.

Y añadía que “es cierto que la gestión del Registro Civil en los términos en que se anuncia, manteniendo la gratuidad del servicio, exigirá de nosotros un importante esfuerzo, pero no es menos cierto que a todos los ciudadanos, a cuyo servicio estamos, se les vienen pidiendo sacrificios extraordinarios en los últimos tiempos. Nosotros, que como ciudadanos, ya estamos pagando también nuestra cuota de la crisis, no podemos, como funcionarios, defraudar ahora la confianza que la sociedad, a través del Gobierno, quiere depositar en nosotros encargándonos la gestión y modernización de un importante servicio público”.

Respuesta al escrito publicado por Arbo

Como ejemplo de la tensión vivida porel coletivo, la respuesta no se hizo esperar, y en un escrito remitido al colectivo, Fernando Martínez, exeditorialista de esta asociación, afirmaba que “en la vertiente puramente fáctica el Registro Civil no es cosa de registrador alguno, al menos en lo que afecta a los de la Propiedad, Mercantiles o de Bienes Muebles. Y otro tanto puede decirse en la puramente jurídica, por razones obvias que excuso justificar. El terreno de las aspiraciones es cosa distinta. En efecto, y en primer lugar, es incuestionable que algunos registradores Mercantiles en ejercicio, anhelan el Registro Civil y han hecho saber al ministro que, todos los que actualmente ostentan tal condición, están dispuestos a asumirlo sin reservas. En otras palabras, y lo digo porque me consta, han mentido a quien ha de decidir el cuerpo funcionarial que,
en definitiva, deba encargarse de su gestión”.

En respuesta al escrito publicado por Arbo, Martínez afirmaba también, que “ en primer lugar que, desde este momento, ya conoces a uno dispuesto a romper el cuerpo. Y puedo garantizarte que, a poco que escarbes, conocerás muchísimos más compañeros. Aunque te parezca mentira somos mayoría quienes pensamos que el suicidio es algo individual, para lo que no se requiere corporativismo alguno. En segundo que si los Mercantiles pueden llevar el Registro Civil con la estrafalaria, y el calificativo es tuyo, participación de los notarios, con su pan se lo coman unos y otros. Pero no olvides que ni todos los Mercantiles son de tal corte ni los notarios tontos. La ruina se lleva mejor compartida que en régimen de monopolio”.

Por ello, consideraba que “es un problema que afecta a registradores muy concretos y determinados, porque políticamente se han comprometido en alguna forma. Por consiguiente, quienes lo han generado tienen la obligación moral y jurídica de solucionarlo con sus propios medios y sin complicar a los que, sin rodeo, han dejado clara una postura que el propio Ministro ha respetado, no involucrándolos en tan descabellada empresa, cuando expuso ante el Senado su solución al tema del Registro Civil”. Y concluía “que acepto que mi posición no puede ser asumida por la Junta, pues representa incluso a los concretos Mercantiles que falsamente se han arrogado la representación de todos nosotros, pues tal condición la tiene cualquier registrador”.

Horas después, otro registrador, Óscar Emili, remitía un escrito con 15 puntos en el que reclamaba que el decano solicitase un voto de confianza ante la posible desaparición del Cuerpo de Registradores de la Propiedad y Mercantiles, tal y como hoy lo conocemos, como consecuencia, en parte, del modo en que él mismo ha gestionado esta situación.

Iuris Lex 04.07.2014

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