'No entendemos que se trocee lo que mejor funciona de la Justicia'

Pocas veces una reforma judicial, como la que pretende el Ministerio de Justicia con los registros civiles que quiere dejarselos a los registradores de la propiedad, ha tenido tanto rechazo: “Que nos quiten las competencias del registro no significa que el juez en vez de poner cien sentencias vaya a dictar doscientas. Nosotros en Ciudad Real no tenemos atasco y los plazos de nuestros trámites se hacen en un tiempo razonable y todo gratis, incluso si pierdes el libro de familia seis veces”.


Quien lo dice no es una funcionaria cualquiera, es Carmen Marcos Gordo, secretaria judicial encargada del Registro Civil de Ciudad Real, adscrito al juzgado de Instrucción 3. Ella es la directora técnica de un servicio obligatorio, público y gratuito que afecta a los actos jurídicos de la persona: nacimiento, matrimonio, defunción, tutelas y expedientes gubernativos (nacionalidad), atendido por cinco funcionarios tan atónitos como el resto que creen innecesaria la reforma, según explican en esta entrevista visita al registro de la capital, uno de los 8.200 que existen en España, 431 principales (en los que se pueden resolver todos los trámites).

Ángel Hervás, funcionario jubilado del registro ciudarrealeño en el que estuvo trabajando 46 años y toda una institución en la materia (va los martes a echar una mano voluntaria), se suma a las críticas contra una reforma que ni él, “que lo sabe todo de registros”, tercia la secretaria, comprende.

A Hervás le parece que lo que pretende el Gobierno es “trocear lo que mejor funciona de la justicia”, que es en práctica lo que supondría la medida, porque aunque desaparezcan de los juzgados en determinados ámbitos, tutelas, incapacidades o expedientes de nacionalidad, habrá que volver a ellos. “Quieren trocear el registro de la siguiente manera: Ministerio de Justicia, Dirección General de Registros y Notariado, y luego los encargados que en vez de ser jueces o magistrados serán los registradores de la propiedad, mientras que otra parte será para los notarios y siguen con competencias los jueces de primera instancia para los recursos contra determinadas resoluciones del registrador. Y el ministerio fiscal continúa interviniendo”.

Hervás pone también la pega del precio, “ningún registrador lo va a querer a cambio de nada. Ahora hay registros en cada juzgado de paz, todo eso desaparece, el ciudadano tendrá que ir a los registros centrales de provincia, o sea que de más de 8.200 registros quedaran unos cincuenta en todo el país, y eso es un trabajo inmenso que los registradores no lo van a hacer a cambio de nada. El personal que tienen no se lo paga el ministerio, lo pagan de su bolsillo”.

Y luego está la profesionalidad. Tramitar matrimonios mixtos con personas de varias nacionalidades es complejo. “El funcionario debe conocer no sólo la ley de su país sino la de los contrayentes para que el matrimonio sea igual de válido. Aquí vienen a casarse personas de hasta 38 nacionalidades distintas y surgen muchos inconvenientes”.

Las opiniones de la secretaria y el experto Ángel Hervás, que no difieren de las que vienen relatando los funcionarios de justicia en las concentraciones de protesta de los jueves, las comparten también los empleados públicos del registro. “Yo llevo aquí tres años y veo que esto es una cosa que funciona y no creo que haga falta cambiar nada”, dice Mari Cruz, encargada de los expedientes de nacionalidad, matrimonios y las rectificaciones de error en el registro de la capital. Su compañera Amparo, que inscribe los nacimientos (muchos por el Hospital General de Ciudad Real), tampoco entiende la reforma: “podría ver con algo de lógica poner alguna pequeña tasa, como se ha hecho en otros servicios, pero siempre bajo la tutela judicial”.

¿Y la gente que acude al registro qué opina? En esta visita al registro un padre primerizo que acudió a inscribir a su hija responde a este periódico: “No tengo ni idea de la privatización, es la primera vez que vengo”. Como él muchos a ciudadanos siguen sin enterarse de este plan.

No hay comentarios:

Publicar un comentario